Tengo al acabar este libro, el señor de Cuenca que pulsó el botón y desapareció y otras historias, de Silvia Sánchez Rog, la sensación de que la autora de estos cuentos se lo pasa pipa escribiendo.
No la conozco, y no conozco su editorial, Amarante.
Alguien en redes dio un “me gusta” a su evento de presentación, a mí me
chocó el título y lo compré en formato e-book. Lo hago así cuando
desconozco a quien escribe y no sé si realmente me va a gustar.
Bueno, pues me ha encantado. Les cuento:
resulta que estos relatos son del género que suele llamarse de “ciencia
ficción”, y allí nos encontramos con gentes que pueden conocer sus
distintas vidas posibles a través del teléfono, a personas que se
transportan a otra dimensión desde la ducha del cuarto de baño, a clones
de seres humanos que toman decisiones por si mismos, a inmortales a
quienes les estafan, a tostadoras demasiado inteligentes, a personas que
desdoblan sus vidas para vivir otra…y así siguiendo.
Todo esto se cuenta de una manera
absolutamente despreocupada; me explicaré: quiero decir que la autora
cuenta una historia como si fuera lo más natural del mundo y si nos
sorprendemos allá nosotros. Por eso en la mayoría de los cuentos no hay
lo que técnicamente se llama “un desenlace”, sino una posibilidad
abierta de que el cuento siga su desarrollo después de acabar nosotros
de leer.
Con un lenguaje del común, nada
artificioso, muy divertido, planteando situaciones muy visuales que
hacen soltar la carcajada, y en otros planteándonos también preguntas
sin la menor moralina, estos cuentos son pura frescura y originalidad.
Por eso decía al principio que me parece que la autora se lo ha pasado
pipa escribiendo; se le nota una despreocupación absoluta por la
pedantería, por el estilo, o mejor dicho: por lo que los demás vayamos a
decir de lo que escribe; ella escribe y lo hace de perlas.
Me gustaría mucho que leyeran ustedes
este libro: es corto, es divertido, es refrescante y está muy bien
escrito; además de ser absolutamente coherente literariamente hablando;
es decir, que dentro de las situaciones que plantean los acontecimientos
entran en lo verosímil con total naturalidad y además hay una tensión
narrativa perfectamente estructurada en ellos.
Mi enhorabuena a Silvia: ojala tenga muchísima suerte en este mundillo literario tan injusto a veces.
POR ALENA COLLAR, en "LA BITÁCOTA DE ALENA COLLAR"
Actualmente dirige la revista digital Alenarte.